Carola ya hizo el mejor regalo que puede hacer por un niño: hacer valer sus derechos

Carola Soto es agente sanitaria y hace 14 años se desempeña en el CAPS de El Manantial. Está casada y es mamá de 3 hijas. Integra un equipo de trabajo cuya misión es detectar y acompañar casos de familias vulnerables con factores de riesgo. Así es que todos los días se vincula con casos de niños con discapacidad, mujeres embarazadas y personas mayores, a quienes vincula con los servicios del centro de atención primaria de salud.

Carola sabe que mejorar la calidad de vida de las personas es una tarea imposible de lograr sola o solamente con su equipo. Se requieren trabajos conjuntos, alianzas, esfuerzos y recursos que se unan por las causas.

Así es que Carola llegó a Fundación León, para buscar apoyo en casos de discapacidad. León celebra una alianza desde 2014 con CILSA, que comprende entregas de sillas de ruedas, muletas, bastones y andadores, para menores y personas adultas. 

“Este año me comentaron que la Fundación León ayudaba con sillas de ruedas. Inmediatamente busqué el teléfono y me contacté para solicitar una silla de ruedas para Dylan Gallado, un niño de 5 años que tiene parálisis cerebral y se alimenta por sonda. Confiamos en la Fundación León, llenamos la documentación requerida junto a médicos y enfermeras del CAPS, para que Dylan pudiera acceder a la tan anhelada silla de ruedas, que durante cinco años no pudimos conseguir”, cuenta Carola. “El día 30 de mayo me llamaron de la fundación para decirme que ya tenían la silla para Dylan. Mi corazón desbordaba de alegría y mucho más el de la mamá del pequeño, para quien parecía imposible llegar a tener la silla”, describe, emocionada.

Carola junto con Tiziano.

Carola tiene una sensibilidad que la distingue. Su vocación de servicio contagia. Y nos cuenta de otro caso que abrazó hasta su final. “El 21 de marzo realicé la visita al domicilio de Tiziano Brandán Coria, de 5 años, con hidrocefalia, autismo y retraso madurativo. No puede caminar”, comienza su relato. “Pude observar que al pequeño lo sostenía su mamá en brazos ya que en  el único coche que tiene estaba su bebé de 3 meses. Esa mamá no podía dejar nunca solo a Tiziano. Es una mamá soltera, con dos menores a cargo y en situación de calle. Es una mamá desesperada, sin ánimos ni fuerzas. Con lágrimas, me dijo que ya no daba más. Junto con los profesionales del CAPS iniciamos los trámites en la fundación para dar con la silla de ruedas”, añade Carla. “Para trasladarse hasta el CAPS, la mamá de Tiziano caminaba unas 20 cuadras desde su casa, con su bebé en brazos y con Tiziano en un coche no apto para su edad”, recuerda la agente sanitaria.

“El 30 de julio recibimos la llamada telefónica de la fundación informando que Tiziano ya tenía su silla de ruedas. Gracias a Dios y a la fundación, por estar cerca de las personas que necesitan y por cumplir. Ahora, Dylan y Tiziano comparten la mesa en sus hogares, lo cual antes era imposible, al igual que ir a la plaza. Hoy están cómodos y sus mamás sienten alivio. Es muy complicado cuando un niño necesita un cuidado especial y solamente ellas como mamás lo llevan a diario”.

Tiziano, en la silla que necesitaba y que
nunca había tenido.

Carola se pone en el lugar de los demás. Sabe lo que las personas sienten y necesitan. Se mueve. Gestiona. Les mejora la calidad de vida. Busca ayuda.

Llega el Día de las Infancias. Restituir los derechos debe ser la prioridad. Para Carola, es la bandera de su vida, y para Dylan y Tiziano, su mejor regalo.