Elvira tiene 79 años, dos hijos y una nieta. Su marido falleció en 2011. Hace cuatro años, por recomendación de su neurólogo, se sumó a los talleres de Neurogym, la gimnasia para la mente que Fundación León ofrece desde su Programa Mayores Activos, como prevención de lesiones y enfermedades de la memoria.
Elvira emocionó a todos este martes en un Encuentro virtual de Promoción del Bienestar en la Vejez y Prevención del sentimiento de soledad, que Fundación León coorganizó con la Fundación Navarro Viola al conmemorarse, como cada 15 de junio, el Día Mundial de Toma de Conciencia contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez.
Elvira pertenece a uno de los tres grupos de WhatsApp en los que León comparte material y talleres, en tiempos de virtualidad, de quedarnos en casa y de encender pantallas, lo que llevó a Elvira a tomar la decisión de su vida.
“Todo comenzó con la pandemia, el confinamiento y la virtualidad”, relata la protagonista. “Vivía con mis hijos y mi familia, pero cuando comienza la cuarentena y se impone la virtualidad, mis rutinas se modificaron, estábamos todos en casa y además no podía salir, por el confinamiento. Entonces, pensé que lo mejor era estar sola. Y me mudé. Por suerte, tuve todo el apoyo necesario y aquí estoy, sola, en un departamento que alquilo”, describe la neurogimnasta, con alegría. “El primer día de soledad en el departamento, me sentí libre. Asocio la soledad con la libertad. Me di cuenta que podía escuchar la radio, ver mi programa favorito, leer en voz alta…”, celebra. Y reflexiona: “No es lo mismo estar sola, que sentirse sola. La soledad es un estado, pero sentirse sola es una situación emocional: tiene que ver con la tristeza, los conflictos, la pérdida de seres queridos, con el miedo a estar solas o al rechazo y, a veces, por el maltrato de los entornos, que tienen intolerancia a las limitaciones propias de la vejez. A mí, el Neurogym de la Fundación León me ayuda a no estar ni sentirme sola…”
La psicóloga Constanza Baiz, coordinadora de Mayores Activos, se siente orgullosa de Elvira y de todos los grupos de mayores que se pusieron de pie frente a los males de la pandemia y siguen buscando su bienestar. “El espacio de escucha que ofrece Neurogym estimuló a Elvira a tomar la decisión de su vida y a revalorizar sus derechos, impulsando su autonomía, algo esencial en las personas mayores. El concepto de soledad para Elvira ha cambiado mucho. Ahora, viviendo sola, considera a la soledad como la libertad”, explica la psicóloga.
En el cierre de su participación en el Encuentro, Elvira dice: “animo a las personas mayores a hacerse estas preguntas: ¿Qué pienso y cómo vivo en este momento mi vejez? ¿Cómo se vive de forma activa la vejez?
Estoy segura que la respuesta está en un taller de Neurogym de Fundación León, donde tenemos la oportunidad de compartir todo lo bueno que hay para tener una mejor calidad de vida…
Hermosa e inspiradora así es mi amada Tia El ira.