La partida de León Feler, la madrugada del 16 de octubre de 2014, fue sólo física. Su legado se potencia día a día: ayudar al otro. Fundación León se trata de eso. “El que vive para los demás también vive para sí mismo”, dijo “Don León”, que protagonizó 101 años de vida. León Feler – o simplemente “Don León”, como lo llamaron todos los que lo conocieron y quisieron- fue un hombre común. Sus años mostraron la cara y ceca de cualquier persona: tuvo éxitos, fracasos, desilusiones, sueños cumplidos, enojos y alegrías. Quien cumple un siglo de vida pasó por todas. Sin embargo, hacer siempre lo que debería ser una regla para todos le permitió destacarse y trascender. Quizás sea esa su mayor virtud.
En 1890, con la llegada de los padres de León Feler a Argentina de la mano del programa de colonias judías del filántropo Mauricio Hirsch, inicia una camino de solidaridad y justicia que nutre la historia de Fundación León. Inspirado por Hirsch y su propia historia familiar, el empresario León Feler se constituye como pionero del voluntariado en el Norte Argentino desde joven. Su trayectoria es reconocida con la creación de una fundación en 2003, como regalo por sus 90 años. Hoy, su legado sigue intacto: ``El que no vive para los demás, tampoco vive para sí mismo.``
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