Es un miércoles fresco en pleno septiembre en San Miguel de Tucumán. El sol, que por la tarde será sofocante, a esa hora se convierte en abrigo sobre el patio y el playón deportivo de la escuela “Amado Juri”, ubicada en el barrio “Alejandro Heredia” de la zona Este.
Disfrutando del calorcito está sentado Alexis, listo para contarnos su historia de vida. Tiene 16 años y es uno de los 24 becados a los que León acompaña técnica y emocionalmente en esa escuela. El propósito del Programa Futuros Egresados, que León implementa como miembro de la Red Cimientos, es que los adolescentes egresen con éxito, con habilidades identificadas y desarrolladas y con un proyecto para la siguiente etapa de la vida. «Yo voy camino a ser el primero de mi casa en terminar el Secundario«, augura Alexis.
Antes de llegar a la escuela y al taller convocado por la Encargada de Acompañamiento de León Flavia Martínez, Alexis ya cumplió con la rutina de todos los días. Desayunó y salió de casa. Es el último en irse. Mamá (en casas de familia), papá (vendedor callejero) y su hermana de 29 (en una tienda de ropa) ya salieron a trabajar.
Alexis sale de su casa rumbo a la escuela con el sueño que lo motiva: «ser suboficial de policía, tener un trabajo estable y prosperidad económica para ayudar a mi familia, vivir bien y estar tranquilo». Ese sueño es el que lo motiva para terminar el Secundario. Le faltan dos años.
Alexis se muestra seguro y confiado. Evidencia una madurez que entusiasma. Admite que «antes no tenía esta seguridad”. “Yo no era así», admite. En este sentido, le da valor a los encuentros que Flavia le propone al grupo de becados una vez al mes en la escuela.
“Mi papá siempre me está inculcando que le ponga ganas al estudio. Me recuerda que él, por no haber podido terminar el Secundario, no cuenta con unn trabajo estable ni con un buen sueldo”, afirma Alexis.
Y comparte: “Todos los días me levanto temprano, vengo a la escuela, luego vuelvo a mi casa, me baño, me cocino y a la tarde voy a la maestra particular”, relata el joven. “Mi mamá me enseñó a cocinar. Me gusta hacer pizzas”, avisa.
“Los talleres del Programa de la fundación León me ayudaron muchísimo. Antes yo no me relacionaba tanto con la gente y me encerraba en mis malos pensamientos. Ahora todo es diferente, me acerqué a mis compañeros, aprendí muchas cosas y le encontré significado a muchas palabras”, celebra Alexis. “Destaco las habilidades de autoconocimiento y autoestima. Yo tenía muy baja autoestima. Hoy soy feliz compartiendo con mis amigos en la escuela. Le encuentro sentido a todo”, agrega el estudiante, que acaba de participar de un nuevo taller diseñado por su Encargada de Acompañamiento.
“La dinámica en este caso consistió en que resuelvan en grupos de tres personas una sopa de letras en la que debían buscar siete palabras relacionadas a las habilidades socioemocionales que hemos trabajado en los talleres anteriores. La idea es que puedan estimular sus funciones cognitivas, que se activen y compartan con otros compañeros”, comenta Flavia.
Las palabras a buscar fueron: Autoestima- Autoconocimiento- Autocontrol- Empatía- Compromiso- Pensamiento crítico y Comunicación asertiva.
En el segundo momento del taller, se abordó la autoevaluación, que, cuenta Flavia, “es la estrategia por excelencia para educar en la responsabilidad y para aprender a valorar, criticar y a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje individual realizado”.
A cada estudiante se les dio papeles de cuatro colores distintos, cada uno de ellos correspondía a un ítem para invitarlos a reflexionar y a elaborar respuestas sobre cada uno. Una vez completados, debían pegarlos en un afiche que se encontraba en una pizarra. Los ítems fueron: “Lo mejor que me Salió”, que los invita a pensar sobre aquellas habilidades adquiridas y destacadas en este momento; “Lo que aprendí”, que permite que se haga consciente el descubrimiento y puesta en práctica de nuevas herramientas que fortalecen sus capacidades; “Lo que me sigue costando”, que promueve la reflexión sobre aquellas herramientas/acciones/habilidades que se trabajaron pero que aún no se ha desarrollado en totalidad; “Lo que no logré hacer”, que incentiva a que el estudiante activamente identifique sus debilidades y pueda plantearse propósitos o metas acorde a las dificultades que desea superar”.
Luego de cada paso, Alexis y el grupo de futuros egresados se involucra en una situación de intercambio para conversar acerca de lo reflexionado encada uno de los ítems. Flavia focaliza sobre las fortalezas y debilidades de cada uno y se identifican las habilidades sobre las cuales es necesario continuar trabajando. En base a lo reflexionado, Alexis y todos se llevan un plan de acción para completar, de cara al tercer trimestre de estudio.
Alexis asume el desafío entusiasmado. Termina la nota. Saluda respetuosamente. Regresa al aula. El taller con la fundación ya quedó atrás. Esperará el mediodía y se irá a su casa. Cocinará. Descansará. Más tarde estudiará con la maestra particular. Y esperará a su familia. Al otro día, se levantará. Esté fresco o caluroso. Haya sol o esté nublado, él, seguirá estudiando, detrás de sus sueños.
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