Alejandra es mamá de Carolina, una mujer de 26 años oriunda de Alberdi, que nació con parálisis cerebral y que recibió una silla de ruedas nueva gracias a la alianza de León con CILSA, ONG por la Inclusión.
“La anterior estaba viejita ya, así que esta silla nueva le vendrá muy bien a ella y a todos nosotros como familia. Estamos muy agradecidos con León y CILSA por esta oportunidad y a la escuela CETCO (Centro Educativo Terapéutico Concepción), donde ella asiste y que gestionó la silla ante la fundación”, destaca Alejandra.
Carolina se siente feliz. Sentada en su silla nueva se la ve muy contenta. Estira permanentemente su mano derecha para tomar la de un integrante del equipo de León y apoyarla en su frente. Mientras, sonríe. Así expresa su cariño. Es ternura pura. Y eso emociona hasta soltar lágrimas a su mamá.
“Son muy pequeñas cosas las que la hacen feliz. A veces quedo impactada con pequeñas cositas, que para una pasan desapercibidas, y a ella la llenan de alegría. Por ejemplo, esta silla nueva, la adrenalina de cortar una flor, ver caminar a un bebé, escuchar música, vernos bailar, hacerla bailar o ver un programa de televisión… En lugar de que ella aprenda de nosotros, yo aprendo de ella”, dice Alejandra.
Acerca de convivir con la discapacidad, suspira y afirma: “Tratamos de hacer la vida llevadera. Siempre con la Fe en Dios. Tratando de que ella esté bien y que sea feliz, en la medida en que ella pueda” y coincide en que las claves son “la paciencia, la unión familiar y el amor” .
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