Julia Wobken tiene 32 años y es alemana. Llegó a Tucumán por primera vez en septiembre de 2010, ni bien terminó la Secundaria en su pueblo natal, ubicado al norte de su país. “Quería irme lejos. Tuve la oportunidad de llegar a Tucumán y de conectar con la fundación. Mi plan era aprender español”, recuerda.
Julia se desempeñó durante ocho meses como voluntaria de León, yendo al hospital a acompañar a las personas internadas. “Con mi menta de 19 años pensaba que yo podía enseñarles muchas cosas a los tucumanos. Y ellos me enseñaron a mí mucho más”, admite. Fueron ocho meses de voluntariado. Regresó a Alemania. Volvió a la Argentina en 2012 para realizar una pasantía en una empresa de turismo. En 2013 se radicó en Buenos Aires, donde siguió capacitándose. Actualmente es consultora de una empresa que se dedica al tratamiento de aguas residuales. Y también es una escritora apasionada. Para revincularse a León, eligió ser madrina de becas, en el Programa Futuros Egresados.
“La experiencia como madrina ha sido muy linda. Estoy muy orgullosa de Rodrigo, de que se haya recibido. Fue bueno ver crecer a una persona y ayudarla a que pueda recibirse y que piense en una vida profesional”, admite durante una visita a Tucumán y a la sede de León, en donde conoció personalmente a Rodrigo Soria, su becado, que se graduó en 2023. “Antes sólo nos conocíamos por video llamadas y por WhatsApp”, cuenta.
Julia con becados en un desayuno compartido.
“Más allá del apoyo económico, poder hablar con otras personas que tienen otras experiencias de vida, pienso que ayuda a los chicos que no tienen ese tipo de contactos a que vean que hay otras cosas y oportunidades, que no están lejos, sino que hay que aprender a buscarlas”, expresa Julia.
Y sentencia: “Para mí, la educación es lo más importante, es lo que te forma en la vida, te abre la cabeza, cuanto más educado estás, más aceptas a otras personas y sus realidades”. “Solo la educación nos puede ayudar a crecer y a entender”, finaliza.
Rodrigo (18) egresó de la Secundaria en la escuela “Petrona Campero de Adami”, de Yerba Buena. Durante sus últimos tres años, León acompañó su trayectoria educativa de manera técnica y emocional. Rodrigo nunca más se sintió solo y carente de herramientas socioemocionales para cursar. Y así logró egresar de manera efectiva de la escuela. Ese es el propósito del Programa Futuros Egresados. A inicios de este 2024, Rodrigo se muestra feliz. Está haciendo un curso de Secretariado Administrativo, en la Escuela “Ignacio Thames”, de Yerba Buena.
“Muy gratificante”. Con esas palabras el joven define su experiencia en el Programa de León. “Mi madrina me ayudó muchísimo. Siempre hablé con ella y me daba consejos. Ella siempre estuvo. A veces le pedía consejos todos los días”, recuerda Rodrigo, el menor de siete hermanos e hijo de un papá jubilado y una madre ama de casa.
Julia vivía en Buenos Aires. Él, estudiaba en Tucumán. “Un día le pedí que hiciéramos una video llamada, y así comenzó el vínculo”, rememora el ex becado. “Julia me regaló un par de libros, incluso me firmó uno. No hay palabras para describir lo que es ella. Es un poco de todo. Tiene una historia de vida y siempre te muestra una cara positiva. Sus consejos me sirvieron mucho, para todo ámbito en la vida”, destaca.
Sobre si el vínculo con Julia continuará, comenta que “le dije que la iba a visitar en Buenos Aires. Lo haré”. ¿Y ella qué dice? “Si Rodrigo quiere, sí, por supuesto, siempre estaré”.
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