Pasan apenas unos minutos desde las 10:30 de la mañana del viernes 19 de agosto. Es 2022. En la puerta del ingreso del Hospital Padilla, por calle Alberdi al 500, todo está en calma. Nada parece especial. Pero, a la vez, todo es significativo para la vida de Mayra Frías (25) y de sus familiares, amigos y novio. El día, la hora, el lugar y el año. Todo es trascendental. Por eso el grito eufórico de papá Ángel, cuando la ve asomarse por la puerta del hospital en el que se acaba de recibir, para expresarle, desde las raíces de su corazón, “¡Hola doctora!”. Luego le seguirían lágrimas y abrazos interminables. Algo se había logrado. Mucho se había conseguido. Nada había sido fácil. Y el orgullo, entonces, en primera fila de los momentos.
La doctora rodeada por
familiares y el equipo León.
May se recibió de médica. León la acompaña con su beca de apoyo económico y acompañamiento técnico, humano y emocional desde su etapa de Secundaria. Y lo seguirá haciendo, en los años finales que se aproximan en su formación de profesional de la salud.
Con una amiga, compartiendo
la felicidad.
Con Facundo, su novio.
“Estoy muy emocionada, tengo miles de sensaciones juntas. El acompañamiento de León hizo que todo fuera mucho más satisfactorio, me sirvió mucho. No solo valoro el apoyo económico sino también el emocional. Me han brindado contención y cariño siempre. Todo hubiese sido más complicado sin ese acompañamiento. León acompaña en los momentos difíciles”, destaca Mayra, quien mira al futuro. “Ahora me veo haciendo el Rotatorio, cumpliendo las Guardias y después vendrá la especialidad, que hasta el momento viene siendo Pediatría”, comparte la médica, hija de mamá Laura (ama de casa) y Ángel (electricista). Mayra tiene dos hermanas, «una de 22 años que estudia Profesora de Matemáticas y otra de 13, que está en la Secundaria«, cuenta, orgullosa.
Mayra con papá y mamá.
Mayra corta una videollamada, seca sus lágrimas y recuerda: “Me decidí por Medicina en el Segundo Año de la Secundaria, cuando una profesora nos llevó a donar juguetes en el Hospital de Niños. Ahí me enamoré de la Medicina. Después, en 5to Año, mi teacher me preguntó si seguía con la idea de ser médica, le dije que sí y ella me ayudó mucho con el tema del ingreso a la carrera”.
ORGULLO
Con Mayra, los equipos de acompañamiento a las trayectorias educativas de León recorrieron mucho camino juntos en la Escuela “Solidaridad y Paz”. El establecimiento está ubicado en el corazón del Barrio Juan XXIII, al que se conoce popularmente como La Bombilla y sobre el que aun pesan muchas miradas negativas, por su complejo contexto, de violencia, adicciones e inseguridad.
Mayra reivindica la otra cara del barrio en el que se crió. “Soy del mismo barrio que la escuela. Estoy agradecida de por vida a la escuela, por el cariño que me brindaron durante todos los años. Eso no tiene comparación”, dice la joven profesional. “Pienso que deben quedar en el pasado los prejuicios sobre el barrio. Yo vengo de ahí, y puedo decir que hay un montón de chicos que quieren seguir estudiando, que sueñan ser profesionales y se esfuerzan mucho. Si yo pude lograrlo, ellos también, a pesar de los obstáculos”, sentencia Mayra, y sigue llorando de alegría, por tantas emociones y orgullo. Representa al barrio. Y el 19 de agosto de 2022 pasadas las 10:30, será inolvidable.
Mayra con su Natalia y Fede,
de los equipos León.
La foto que más soñó May.
Junto a otra amiga
que la acompañó.
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