La reducción de la desigualdad de género es un tema prioritario dentro de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Se encuentra expresada específicamente en el ODS N° 5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas”, el cual a su vez está compuesto por una serie de metas orientadas a cumplir con dicho objetivo: eliminar la discriminación contra la mujer; erradicar la violencia; erradicar prácticas nocivas; valorar los trabajos de cuidado no remunerados; garantizar la participación política de las mujeres; asegurar el acceso a la salud sexual y reproductiva; garantizar el acceso a derechos económicos; asegurar el acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación; y promover la sanción de leyes orientadas a garantizar la igualdad de género.
La desigualdad de género se agudiza aún más cuando hablamos de comunidades rurales y población indígena, dado el nivel de vulnerabilidad preexistente, como es el caso de la región del Bajo Valle Calchaquí Salteño. La falta de información sobre los derechos de las mujeres, la falta de acceso a la propiedad de la tierra, las tareas de cuidados no remunerados, la baja representación política de las mujeres, la falta de acceso a la tecnología, entre otras cuestiones; vuelven más profunda la brecha de género en estos entornos.
La Agencia de Naciones Unidas especializada en estudios y políticas de género, ONU Mujeres, ha decidido establecer alianzas con socios locales, gubernamentales y no gubernamentales, en diferentes países del mundo, con el afán de trabajar en la reducción de la desigualdad de género. De esta forma, en cooperación con la organización de la sociedad civil, Fundación Léon, radicada en la Provincia de Tucumán, ha decidido llevar adelante acciones orientadas a la reducción de la desigualdad de género y prevención de la violencia basada en género. Estas acciones forman parte de la “Iniciativa Spotlight”, un programa conjunto de Naciones Unidas y la Unión Europea, orientado a eliminar toda forma de violencia contra la mujer. El proyecto ejecutado en el Bajo Valle Calchaquí Salteño ha sido denominado “Proyecto Wika”, y estuvo orientado a generar capacidades que contribuyan a abordar de manera integral la violencia contra las mujeres en las comunidades rurales e indígenas de la región.